Absorbentes

Para seleccionar el absorbente adecuado, empiece por clasificar la naturaleza de los líquidos implicados:

Gris: Adecuado para un amplio rango de líquidos, incluidas sustancias solubles, barniz, diluyentes, pintura, agua, etc.

Azul/Blanco: Específicamente formulado para hidrocarburos, demostrando propiedades hidrofóbicas y oleofílicas. Ideal para absorber aceites, grasas y sus derivados, excluyendo el agua.

Amarillo: Orientado a la absorción química, especialmente eficaz para sustancias con un pH de 1 a 3, como los ácidos.

Comprendiendo las características específicas de los líquidos en cuestión, podrá pasar a los siguientes pasos en la selección del absorbente correcto para sus necesidades.

Considere la aplicación específica y elija en función de ella el formato adecuado de material absorbente:

Almohadillas: Ideales para absorber pequeños volúmenes en superficies limitadas, como debajo de máquinas con fugas, en zonas de retención, como medida preventiva antes del desmontaje o con fines de descontaminación.

Rollos: Diseñados para absorber grandes volúmenes en superficies expansivas, lo que los hace adecuados para su colocación bajo máquinas con fugas, en zonas de retención o para necesidades de descontaminación.

Esteras: Recomendadas para crear una zona de paso protegida para peatones y material rodante.

Cojines y churros: Absorben eficazmente una cantidad sustancial de líquido, con la ventaja añadida de la contención de la contaminación.

Almohadillas para bidones: Utilizados principalmente para evitar derrames y una mayor contaminación de la superficie de los bidones, manteniendo seguros los espacios de trabajo.

Barrera de contención: Absorbentes especializados, empleados principalmente para detener la contaminación en masas de agua. Las barreras, similares a las presas, también pueden utilizarse en tierra para detener eficazmente grandes vertidos.

Gránulos: Gestión eficaz de vertidos, adecuado para diversas superficies, disponible en cómodas bolsas transferibles.

Adaptar el formato del absorbente a la aplicación específica garantiza la máxima eficacia y aborda con precisión diversas situaciones de vertido.

Una vez identificada la naturaleza de los líquidos y seleccionado el formato adecuado para la aplicación, el siguiente paso crucial es determinar el grosor (peso) y el tamaño óptimos del material absorbente. Considere los siguientes factores:

Poder de absorción: seleccione el grosor que se ajuste a la capacidad del material absorbente para absorber rápida y eficazmente los líquidos objetivo.

Superficie: Elija el tamaño del material absorbente en función de las dimensiones de la zona a cubrir, garantizando una cobertura adecuada para la contención y limpieza de derrames.

Especificaciones de la aplicación: Tenga en cuenta los requisitos específicos de la aplicación, ya se trate de derrames a pequeña escala, grandes superficies o condiciones ambientales particulares.

Si considera detenidamente estos factores, podrá adaptar el grosor y el tamaño del material absorbente a las exigencias únicas de su situación, optimizando su rendimiento y garantizando una respuesta eficaz al derrame.